Una pequeña historia sobre la música del Vigo de hoy

Una pequeña historia sobre la música del Vigo de hoy

nitido sala kominsky

Al principio este artículo iba a ser una reseña del concierto del 22 de febrero de Nítido y Rabuda en la Sala Kominsky. Dos bandas locales en una sala de conciertos local que a algunos vigueses les serán familiares.

Entre unas cosas y otras, nos retrasamos bastante en terminar esta publicación Se hacía demasiado raro hacer una reseña de un concierto que había tenido lugar varios meses atrás. Yo también me salí un poco por la tangente al escribir el artículo, pero me gustó bastante la digresión, y todo lo que queda ahora es una pequeña fábula de un evento que ocurrió en Vigo con algunas impresiones personales.

La primera idea que dio origen a este artículo fue pensar que los artistas locales debemos apoyarnos mutuamente para poder aumentar nuestra visibilidad. Pensé que Fritanga Records tenía que tomar iniciativa en todo eso y decidí hacer una reseña con fotos de un concierto de unos amigos que iba a tener lugar ese mismo fin de semana.

nitido banda

El día del concierto salí con mi cámara dispuesto a capturar las mejores imágenes que pudiera del evento. Como artista escénico, sé que muchas veces se echa en falta alguien que documente adecuadamente lo ocurrido. Ya es difícil de por sí ser el “hombre orquesta” que tiene que encargarse de crear, pulir las canciones, pensar en lo escénico, reunirse para ensayar, comprar y poner a punto los instrumentos para luego tener que estar pensando también en la promoción, en grabar el evento y todo lo demás. Y así suele ser.

Con este artículo pretendo poner un granito de arena y hacer una pequeña proclama. Creo que los artistas que compartimos cervezas y jam sessions (😉) podemos compartir pequeños gestos de apoyo mutuo en los eventos que estamos organizando. Si nos vemos como una escena artística en la que el éxito de cada uno de nosotros es el éxito de todos, y viceversa, seremos mucho más fuertes y mayores serán los frutos de nuestro trabajo.

Este espíritu colaborativo es uno de los principios fundamentales del proyecto de Fritanga Records, y sé que muchos de nuestros seguidores lo tenéis muy claro. Sobra también deciros a todos vosotros que este blog, el FritangaZine, y nuestras redes sociales, están a vuestra disposición para poder impulsar esta escena emergente. Poder hacer esto ha sido siempre nuestra razón de ser. Escribidnos siempre que creáis que os podemos ayudar a promocionar vuestros eventos, discos, videoclips o lo que sea. Dicho esto, os voy a contar como fue el concierto de Nítido y Rabuda.

Todo el tinglado ocurrió en la joven, pero ya casi mítica Sala Kominsky. La Kominsky, o “Komuninsky” como prefieren llamarla burlonamente algunos desgraciados, es, en mi opinión, el local de Churruca que más está apoyando la cultura emergente. En esta sala pudimos grabar las últimas temporadas de nuestro Licor Café Cultural, nuestro programa de entrevistas También allí llevamos casi dos años organizando las Fritanga Sessions, unas jams libres de música y danza que son un punto de encuentro y creación espontánea para muchos artistas escénicos que. Si no conoces las Fritanga Sessions es mi obligación invitarte a que te vengas a una.

Todo es posible gracias a Ana, la dueña del local, que con su cercanía y generosidad permite que los artistas de esta ciudad tengamos un lugar vivo y flexible en el que sembrar todo tipo de experimentos y novedades. Ella siempre nos facilita su espacio para reunirnos, nos cede sus recursos y participa en las reuniones estratégicas y «supersecretas» de los artistas de Vigo activamente, demostrando su amor incondicional por nuestro movimiento cultural. Sobra decir que todos los artistas de su entorno le estamos muy agradecidos.

Callejo Nitido

Crucé la puerta de la Kominsky y empezaba a sonar Nítido con una nueva formación que sustituía ya a Denis Carballás a la guitarra por Sandra Romero al teclado, con un cambio estilístico desde la última vez que los había visto en directo hacia un sonido un poco más duro.

Nítido es un grupo de música que nació para llevar al formato de banda las canciones de Adrián Callejo. Callejo llevaba muchos años con una inquietud interna sin resolver que le pedía hacer su propia música, pero no creía lo suficiente en sí mismo, ni en que pudiese cantar o escribir lo suficientemente bien como para que mereciese la pena aventurarse con un proyecto propio.

Esto cambió cuando en Oporto un profesor de Historia de la Fotografía le dio una clase cuestionando el concepto de arte en la que Callejo tuvo una epifanía que le hizo dejar la carrera y empezar a hacer canciones. Fue entonces cuando un empujón adicional le llegó de la mano de Eladio Santos, de Eladio y los Seres Queridos, que le convenció de que una buena canción funcionaba tanto en banda como en acústico.

Con esto en mente, Adrián cogió su guitarra acústica y se puso a componer temas en los que empezó a volcar sus vivencias y emociones, eso sí, con letras encriptadas para salvaguardar alguna que otra privacidad. Cuando reunió y seleccionó un buen puñado de temas se puso a grabar una maqueta con la ayuda de Víctor Vacaloura, que se acabaría uniendo a la banda que poco después sería Nítido.

victor rivas

Víctor, que todo el que lo conozca sabe que es un mago de la música, tanto de la composición, de la mezcla y de la improvisación, fue ese segundo ingrediente necesario para que los elementos de Nítido empezasen a reaccionar. El antiguamente conocido como el Monstruo del Licor Café, por razones no difíciles de deducir, ahora sería mucho más justamente reconocido como el Bigotudo de los Mil Proyectos Musicales, o algo así. El Frank Zappa gallego también valdría.

Además de tocar el instrumento que haga falta en bandas como Nítido, Rabuda, Os Vacalouras o la Orquesta Neverloura, en bandas ya extintas como Contenedor de Mierda, haber colaborado con Andressolo, Sen Senra, tener el proyecto experimental en solitario de Charles Rapante, haber hecho muchas bandas sonoras y un currículum muy interesante, es el batería y productor musical de Los Dámasos, un trío de surfcore (le llamamos así) del que yo también formo parte que ahora mismo está descansando en las profundidades del océano.

El peso de Víctor en Nítido es incuestionable. Se lo gana a pulso por su talento inmenso y su cabezonería, además de ser su productor y batería. Ellos forman esta banda junto a Nico y Sandra Romero, al bajo y al teclado respectivamente.

nitido banda

La verdad es que Nico es al que menos conozco de esta panda. De hecho, creo que nunca he tenido una conversación con él. Lo que puedo decir, es que antes de empezar el concierto, alguien me dijo que Nico le parecía el bajista perfecto para Nítido y desde luego, con esta idea en la cabeza, su actuación durante el concierto no me decepcionó para nada.

Sin embargo, de Sandra, que es amiga mía desde hace muchos años, puedo decir alguna cosa más. Cuando éramos adolescentes (en tiempos del foro, para quien lo entienda), ella era la que muchas veces sacaba su cámara de fotos y se encargaba de plasmar en imagen los muchos conciertos de aquella época. Este acto mío de documentar su concierto se lo puede tomar en parte como una muestra personal de agradecimiento.

Desde entonces, ella ya tocaba el bajo, pero en su casa. No se había atrevido a subirse a un escenario hasta hace poco tiempo, y ahora, ya no tiene casi nada que envidiarle a gente que lleva más de diez años encima de las tablas. Me sorprendió verla tocando el teclado, una habilidad que no sabía que tenía, y con la que hizo más que justicia a las canciones de Callejo.

nitido banda

Nítido es sin duda un grupo de canciones bonitas, le pese a quien le pese. Su esencia son canciones que están completas en su misma concepción. La banda le aporta esa magia y esa energía que necesitan para llegar a un nivel superior.

Creo, verdaderamente, que Nítido es un grupo que hace muy buena música. Hace poco sacaron un videoclip que me encantaría que vieras. Las canciones son muy buenas, la instrumentación que les da vida ha logrado sonar muy bien y lo mismo puedo decir de su producción en estudio.

Durante el concierto, Nítido nos dieron una oportunidad para cantar sus canciones con ellos. Me consta que alguna que otra canción tiene bastantes fans porque el público se prestó a hacer los coros bastante. Cuando las canciones bonitas terminaron, el escenario dejó paso a la crudeza de Rabuda.

Rabuda mezclan blues, rock y algún tinte psicodélico con mucha, mucha energía. Rabuda es un grupo que me encanta. Me gusta especialmente la voz de Isa que, para mí, es el ingrediente clave de la receta, aunque su forma de apalear cruelmente los parches de la batería no son un arte nada despreciable.


Si Nítido eran Callejo, Nico, Sandra y Víctor; Rabuda son Sandra, Víctor e Isa. La mitad de miembros del primer grupo, forman dos tercios del segundo. Sin embargo, su sonido es muy diferente.

Lo que puedo destacar de su concierto en la Kominsky es, al igual que en todos sus otros conciertos, su arrolladora energía que primero te impacta, te agita y, finalmente, te sumerge en una atmósfera sónica de lo más especial.

No me queda nada más que decir que, si andas por Vigo, te animes a conocer las propuestas culturales de tu ciudad y que, cuando todo esto del confinamiento por coronavirus pase, te pases a tomarte unas cañas por la Kominsky y te des el privilegio de conocer a esta gente encantadora que son los artistas de tu ciudad.

sala kominsky

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