Fritanga Sessions

Un espacio único

Las Fritanga Sessions son el evento más peculiar que hay en Vigo.

Es un lugar muy especial y familiar. Un encuentro artístico en el que se puede desarrollar la creatividad y experimentar a través de la música. Es una experiencia muy rica en la que no sólo participan artistas, si no todas las personas. Eso creo que es lo más bonito de las Fritangas.

Eva Comesaña Sanromán

Un espacio imprevisible en el que puedes expresar tu imaginación y superar tus límites. Quienes vamos a menudo estamos enamorados del proyecto. Formamos parte de una comunidad que disfruta mucho compartiendo, expresando y viendo como cada vez más gente descubre cómo es participar en un evento como este.

Podríamos describir las Fritanga Sessions como jams de música y danza abiertas a todo el mundo. Están abiertas a todos los estilos, instrumentos y participantes. Sin embargo, son mucho más que eso. Son un espacio de encuentro, de creación y de expresión donde disfrutamos celebrando nuestros talentos y formas de expresión diversas.

Lo que más me gusta de las Fritangas es la posibilidad de incorporar la inexperiencia como una parte del proceso de aprendizaje de lxs demás. Poder jugar con distintos niveles de conocimientos (musicales, cinestésicos, emocionales, verbales…) junto a personas que igual no tienen esas capacidades. Pero que hacen que mutuamente se abra un campo creativo nuevo.

Marcia Vázquez Ramírez

No importa si sabes bailar o tocar música. Lo importante es expresarse y compartir libremente. Sin juzgar. Dejate llevar y disfruta. Es una experiencia única: enriquecedora y muy divertida.

Las Fritanga Sessions son habitualmente en la Sala Kominsky. Si no quieres perdértelas, síguenos en Facebook y en Instagram, que ya nos encargamos de avisarte cuando se acerque el día de una Fritanga. 😉

Encuentro artístico

Las Fritanga Sessions son un encuentro humano por medio del arte. Un sitio en el que conocer a gente de otra manera. Compartiendo nuestra creatividad y espontaneidad. Nuestro ritmo y nuestra esencia. Toda expresión es válida siempre que sea permitiendo, escuchando e integrando las demás.

Es un espacio para abrirse. Cada persona a su ritmo. Sin presión y sin exigencias. Un lugar en el que descubrir partes que no conocíamos de nosotros mismos y de los demás, y con eso, construir algo juntos.

Además, es una oportunidad fantástica para conectar con gente interesante. Después de una improvisación muy intensa, solemos salir a tomar el aire y compartir lo que acabamos de vivir conversando en la calle.

Quienes vamos con frecuencia nos acabamos conociendo y disfrutando mucho de estar juntos en un proyecto tan especial como este.

Me gustan las Fritanga Sessions por su naturaleza informal e íntima. Para mí, son un espacio de experimentación sin juicio con un grupo reducido de personas que, a la larga, se vuelven conocidas.

Laura Cochón

Las Fritanga Sessions tienen una estructura circular. No hay diferenciación entre escenario y público. Todo es un espacio de participación potencial. Puedes estar sólo observando, tocar un pequeño instrumento de percusión o estar a tope bailando y cantando.

Una de nuestras insignias es que tenemos un montón de sartenes viejas para aporrear. Son muy útiles para que la gente nueva en las Fritangas pase de la pasividad a una participación mínima: marcar el ritmo.

Esto es lo que buscamos, que todo el mundo, en un rol más o menos discreto forme parte de la creación colectiva, se sumerja en ella y la sienta como propia.

Basta con aporrear una sartén y escuchar lo que se está haciendo para que pronto emerjan patrones, juegos y pequeñas formas de comunicar que poco a poco van abriendo paso a vivir una experiencia completa de improvisación libre colectiva.

Suéltalo todo

Las Fritanga Sessions son muy divertidas. También muy liberadoras. Ven un día. Desata toda tu rabia y estrés. Grita en el micrófono. Aporrea sartenes. Verás lo bien que sienta soltarlo todo.

Encontrar un lugar tan liberador como este es difícil. A alguna gente le puede costar exponerse delante de otros y participar con toda su energía. Para ayudar a esta gente, queremos dejar muy claro que hacemos todo lo posible para que las Fritanga Sessions sean un lugar seguro y abierto a todo el mundo.

No hace falta saber tocar o bailar. Con la correcta disposición de escucha y respeto a lo demás, todo vale. Las Fritanga Sessions permiten un nivel de expresión y un nivel de improvisación que no se alcanzan en otras jams.

Puedo bailar, hacer ruido y participar activamente sin miedo a meter la pata en el ambiente, al contrario que en otras jams. Me gusta poder bailar en corro y lucirme. No me juzgan. Y además el trato en la Kominsky me flipa.

Sergio Llauger González

Todo lo que importa en las Fritanga Sessions es atreverse a participar. Ven e improvisa. Empieza con lo más simple y el resto va saliendo solo. Pásatelo bien. No importa si te equivocas. Déjate llevar y disfruta.

Da igual que te equivoques en una rueda de tres acordes o que toques como un virtuoso. Si bien es difícil que alguien que no sea músico se anime a participar en una jam, las Fritangas son los únicos eventos capaces de generar eso.

Juan Antonio García

Abrirse al cien por cien es un proceso que lleva tiempo. Nuestro compromiso es generar un espacio seguro en el que esto sea posible. Está en nuestro ADN, en nuestros valores, y es muy importante para nosotros, respetar el proceso de cada cual. Sin presiones. Creemos que hay que fomentar que cada persona se sienta libre dar pasos a su propio ritmo.

Facilitamos el proceso poniendo todo a disposición de la gente. Intentamos que participar sea lo más fácil posible.

Siempre diferente

Una de las normas de las Fritanga Sessions es que no se puede tocar música preexistente. Es decir, no es un sitio para venir con una canción memorizada y tocarla. Esto va en contra de la inclusividad y la espontaneidad que promovemos.

Queremos una jam abierta, en el que todo el mundo pueda aportar su creatividad en cada momento. Ir con ideas preconcebidas de lo que tiene que pasar, juega en contra de la comunicación y la creación libre.

¿Pero y si no sé improvisar?

Improvisa. No pasa nada. Lánzate. Mucha gente dice que tiene miedo de participar porque cree que no sabe. No hace falta saber nada. La improvisación es instintiva. Todo el mundo puede hacerlo. Sólo hace falta empezar y sale solo. Coge una sartén, sigue el ritmo y déjate llevar. Eso es todo.

¿Y eso funciona? ¿No es un caos?

Sí, funciona. Es un poco caótico a veces, pero es parte del proceso. Ese caos es una exploración que culmina en grandes momentos. Momentos en los que se descubren expresiones originales y divertidas que nos sorprenden.

Lo que más me gusta es la imprevisibilidad de la jam. Incluso aunque se hayan establecido unas dinámicas por repetición de fechas, local y gente que participa, cada jam es diferente. Todo eso es gracias al entorno que se ha generado en ellas. Un espacio seguro, amable y cómodo donde todo el mundo es bienvenido ya sea como observador o participante. Mis momentos favoritos han sido cuando viene gente que no es la habitual. Verlos desconcertados al principio por entender la propuesta. Pero cuando la entienden, no dudan en lanzarse y aportar su propio bagaje. Y es que al final, a pesar de ser una celebración del caos y el libre albedrío, hay un efecto de coordinación que hace encajar todas las piezas.

Jorge Casas Estévez

¡Pero es que canto/toco/bailo fatal!

No es un lugar para juzgar la técnica o la calidad de los artistas. Es un espacio para experimentar, expresarse y conectar. Si nos olvidamos de estar pensando en lo mal o bien que lo hacemos y nos centramos en escuchar y disfrutar, las cosas FUNCIONAN. Y si no te lo crees, ven y compruébalo.

¿Y todas las Fritanga Sessions son iguales?

Las bases son siempre las mismas: instrumentos a disposición de todo el mundo y un espacio de baile. Los valores también: escucha mutua, espontaneidad y libertad de cada cual para expresar lo que le apetezca en cada momento. Lo que ocurre es siempre distinto.

Las distintas personas, momentos e ideas hacen que las posibilidades sean infinitas. Además, hay días especiales en los que alguien decide traer un instrumento nuevo que va haciendo cambiar la dinámica de la jam.

Me gusta que a veces introducen instrumentos únicos como la trutruca o el theremin. También tenemos un montón de instrumentos caseros que son muy divertidos como percusiones caseras, sartenes o tubos que cortan el aire y hacen ruido. Además participa mucha gente distinta. Cualquier persona puede ir y hacer algo, libremente, sin pedir turno aportando lo que más le apetezca.

Tomás Cardenal López

Lo único que pedimos a cambio de todo esto, es que se respeten las normas que hemos establecido y que se haga una aportación de un euro por la entrada.

Este proyecto se mantiene gracias al trabajo voluntario de muchas personas que se esfuerzan cotidianamente por amor a las Fritanga Sessions y sus valores. Con este dinero no nos llega para pagarle a nadie, pero nos ayuda a cubrir gastos de promoción y mantenimiento de los instrumentos.

Sin embargo, no tenemos a nadie en la puerta para cobrar. Se puede entrar y salir libremente. Dejamos un bote en la barra para que cada asistente deje su euro. Confiamos en la buena voluntad de la gente que viene a las jams.

¿Te lo vas a perder?

¿No, verdad? Pues participar es muy sencillo. Sólo tienes que venir a la Kominsky y te recibiremos con los brazos abiertos. Si no quieres perdértelo, te lo recordamos con mucho gusto. Síguenos en redes y, siempre que vayamos a organizar una jam, lo anunciaremos a lo largo de la semana:

FACEBOOK

INSTAGRAM

Para saber más sobre las Fritanga Sessions…

Objetivos y normas de las Fritanga Sessions

Quiero llevar mi instrumento

Quiero formar parte del equipo de las Fritanga Sessions