El objetivo principal de las Fritanga Sessions es:
Crear un espacio seguro para conectar a través de la improvisación colectiva de música y danza.
Serán también objetivos secundarios todos aquellos que favorezcan el objetivo principal, entre los que se incluyen:
1. Que se respete a todos los observadores, participantes y sus procesos y expresiones en el espacio de las Fritanga Sessions.
2. Entender la música, la danza y la expresión artística en general como algo que todo el mundo puede hacer y tiene derecho a hacer, sin tener que juzgar lo que está técnica o estéticamente bien o mal.
3. Crear un espacio inclusivo, en el que todas las personas puedan participar por medio de cualquier estilo, técnica y que se permitan vivir lo verdaderamente bueno de la creación artística grupal y espontánea: la conexión y la expresión libre.
Para todo ello, hemos establecido unas normas que nos ayudan a que se cumplan estos objetivos.
- Respetar la libertad de cada persona de participar o no en el grado y manera que quiera.
- No juzgar la técnica o decisiones estéticas de los participantes.
- No tocar versiones o música preexistente. Sólo tiene cabida la improvisación espontánea.
- Rotar lo máximo posible en micrófonos e instrumentos principales para dejar espacio a todo el mundo.
- No intentar dirigir la jam o decirle a otro participante lo que debe hacer.
Todas estos principios nacen de las observaciones que hemos realizado a lo largo de los años:
- Nos dimos cuenta de lo vivencialmente potente, placentera y liberadora que es la improvisación libre, colectiva y espontánea.
- El modelo vigente de la educación artística tiene como valor principal el desarrollo de la habilidad técnica del artista. Este fundamentalismo de la técnica limita el potencial de la expresión artística, que puede servir a otros fines como el encuentro social, la liberación emocional y el desarrollo de la creatividad.
Cantar, bailar y hacer música sería intuitivo, fácil y placentero para todo el mundo si nuestra cultura no emitiese de forma compulsiva un juicio sobre qué es «cantar bien» o «bailar bien». Un juicio que coarta la expresión espontánea y que es innecesario en un contexto en el que el objetivo no es técnico ni estético. - No nos gusta lo elitistas y limitadas que son muchas jams, cerradas a un estilo y un grupo más o menos preestablecido de participantes.
- Nos parece que el rol del espectador es demasiado omnipresente. La persona que pasivamente observa y, como mucho, aplaude, juzga o critica. Creemos que es interesante proponer un evento en el que potencialmente puedan participar activamente todos los asistentes.
- Creemos que los lugares en los que se pueden mezclar todas las ideas y estilos son óptimos para la innovación y la creatividad. Sin embargo, la mayoría de las propuestas no permiten que se produzca este encuentro entre estilos y disciplinas.
- Nos parece interesante tener un espacio en el que la gente pueda conocerse a través de la expresión artística. Este es un medio que permite superar muchas inhibiciones y nos ayuda a conectar personalmente. Esto, a largo plazo, contribuye a sentirnos como una familia, y es un lugar de encuentro que puede favorecer la génesis de muchos proyectos futuros.
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