Los 7 mejores discos de psicodelia

Los 7 mejores discos de psicodelia

Por Darío Gómez
psicodelia

La psicodelia es un género musical caracterizado por la experimentación sonora, que juega con la percepción, deforma las estructuras musicales y explora una estética sensual y sinestésica. Inspirada muchas veces en los efectos de las drogas enteógenas o de experiencias místicas, la música suele tener una temática asociada con lo espiritual o lo trascendente.

Muchas veces funciona como el apellido de otro género (pop psicodélico, folk psicodélico…), indicando que al estilo base se le suelen aplicar características musicales como la improvisación libre, la deformación de las estructuras musicales convencionales o uso radical de efectos de sonido.

Hacer una lista de los mejores discos de un género siempre es algo subjetivo hasta cierto punto, aunque se establecieran criterios muy sólidos de antemano. En esta selección he querido recopilar los que son para mí hitos en la construcción de universos únicos, con una gran calidad musical y que pertenecen a lo que podría clasificarse puramente como psicodelia por sus sonidos y temáticas.

He querido dejar fuera otros discos que no hayan llevado tan lejos la experimentación musical o no traten de forma directa los temas centrales de este movimiento cultural. Por eso no están en esta lista discos notables como el Trout Mask Replica de Captain Beefheart, el Satori de la Flower Travellin’ Band, el Halber Mensch de Einstürzende Neubauten o cualquier disco de Krautrock.

Pink Floyd – The Piper at the Gates of Dawn

Esta absoluta obra maestra de la psicodelia, primer disco de Pink Floyd, es fruto de la explosiva creatividad de su líder, Syd Barrett. Este genio de la música supo crear un universo estético mágico, nunca antes visto en el rock, hablando del espacio exterior, espantapájaros, alegorías esotéricas y bicicletas. También inventó un lenguaje musical completamente nuevo, improvisativo, con efectos de sonido radicales, estructuras nunca antes vistas y una poética única.

Es uno de los discos más influyentes de la historia, inspirando a toda una ola de música psicodélica en países como Reino Unido, Alemania o Estados Unidos. Además, creó la semilla de lo que sería Pink Floyd, que más tarde sería madurada por los compañeros de banda de Barrett en discos como Wish You Where Here o el Dark Side of the Moon.

Lamentablemente, la genialidad de Barrett no tendría mucho más recorrido porque el abuso de drogas enteógenas le hizo tener problemas mentales serios que le obligaron a abandonar la música. Sin embargo, su legado inmortal ha atravesado fronteras y generaciones, y sin su aportación, la historia de la música habría sido muy distinta.

Frank Zappa & The Mothers of Invention – Freak Out!

El segundo disco que más ha influido en la escena psicodélica global quizás haya sido el Freak Out! De The Mothers of Invention, publicado un año antes que el Piper at the Gates of Dawn.

En este disco se crearon muchas de las innovaciones que formarían el lenguaje de la música psicodélica. Lo gracioso, es que Frank Zappa utilizó una radical experimentación en las formas musicales y en los efectos sonoros para burlarse de las magufadas de los hippies, pero irónicamente, “los hippies” utilizarían este lenguaje para hacer música psicodélica “en serio”. Este disco es, esencialmente, una parodia de la cultura psicodélica.

Sin embargo, en este disco está ausente uno de los elementos principales de la psicodelia: la improvisación libre colectiva. Frank Zappa, aunque llevase el pelo largo, tenía una formación musical académica y era admirador de Edgard Varèse e Ígor Stravinsky. Los experimentos musicales de Zappa no eran fruto de un trance extático con LSD o del intento de transmitir epifanías a través del arte, si no que eran todo piezas frías, minuciosas e inteligentísimamente calculadas.

Este disco ha tenido un especial impacto en el Krautrock, la escena musical alemana del 68, que estaba compuesta por un sector importante de música psicodélica. El escritor Rolf-Ulrich Kaiser, una de las figuras destacadas de este movimiento, consideraba a Frank Zappa uno de los mayores revolucionarios musicales y políticos del momento.

United States of America – United States of America

Joseph Byrd es un compositor que, en 1959, con 22 años, consiguió una beca para estudiar composición en la Universidad de Stanford, donde conocería a La Monte Young, Terry Riley y Steve Reich. Un año después se mudó a Nueva York, donde fue alumno de Morton Feldman y John Cage. Allí también entraría en contacto con el movimiento Fluxus y conocería a gente como David Tudor o Yoko Ono.

En este círculo de artistas, Byrd había ganado cierto reconocimiento como un compositor creativo que había propuesto ideas innovadoras dentro del contexto de la música académica de vanguardia. Había participado en varios happenings, contribuido a grabar un disco de ragas y experimentado con sintetizadores y música electrónica.

Conocería a la cantante Dorothy Moskowitz, e influidos por ideas del partido comunista, se mudarían a Los Ángeles a formar un grupo de rock con inclinaciones políticas radicales. Así crearía The United States of America, siendo Byrd y Moskowitz los compositores de los temas. Byrd se encargaría de tocar teclados y artefactos electrónicos, Moskowitz de la voz y ficharían a Gordon Marron como violinista eléctrico, Rand Forbes al bajo fretless y Craig Woodson a la batería y la percusión electrónica.

Con esta formación del todo inusual para un grupo de rock grabaron este disco tan especial. El resultado de esta ecléctica combinación de instrumentos y el trasfondo musical académico y vanguardista de Joseph Byrd dieron como resultado un disco extraordinario, muy bien trabajado y con un sonido único. The United States of America exploran una gran variedad de universos estéticos en un trabajo que por su originalidad y maestría merece no pasar desapercibido.

El disco fue totalmente incomprendido en su época, siendo un fracaso comercial absoluto, pero con el paso de los años se ha ganado el estatus de ser considerado un disco de culto y es, sin duda, una verdadera joya de la experimentación psicodélica.


Arzachel – Arzachel

Una de las primeras bandas de rock progresivo, que formaría parte de la Escena Canterbury fue Egg. Aunque no sea uno de los grupos más conocidos de este género, contaba con músicos posteriormente muy reconocidos como Dave Stewart o Steve Hillage, que luego formarían parte de bandas como Gong, National Health, Khan o Hatfield and the North.

Egg se dedicaban a hacer un rock progresivo cercano al rock sinfónico y al jazz rock. En 1969 firmaron un contrato discográfico con la compañía Decca, pero poco después, Zackariya Enterprises, una discográfica underground les propondría grabar un disco para sumarse a la emergente onda psicodélica. La banda aceptó, pero para evitar problemas legales con su contrato anterior, grabaron el disco bajo seudónimos y creando una banda ficticia: Arzachel, que era el nombre latinizado del astrónomo islámico Abū Ishāq Ibrāhīm al-Zarqālī, nacido en el Toledo del siglo XI.
Tenían que alejarse del estilo musical de Egg para evitar problemas contractuales y adentrarse de lleno en la psicodelia. Para ello crearían unas canciones con un fuerte componente de improvisación, sonidos de órgano muy contundentes y presentes, baterías hipnóticas, solos de guitarra obsesivos y una interpretación vocal cercana al hard rock más ácido. Grabarían el disco en una potente sesión de un solo día, que daría lugar a esta joyita perdida de la historia.

El disco vendió unas escasas catorce copias, pero pocos años más tarde circularían versiones piratas en las tiendas de discos, creando un culto alrededor de la grabación cuyo misterioso origen no se resolvería públicamente hasta décadas más tarde.


Gong – You

Gong fue un grupo muy especial de la escena Canterbury. Lo lideraba Daevid Allen, que antes también había sido fundador de Soft Machine, otra banda interesantísima. Allen fue un poeta y músico australiano excéntrico, que muy joven se fue a vivir una aventura artística por Europa que lo llevaría a relacionarse con personajes variopintos como Terry Riley, William S. Borroughs, Robert Graves o Jimmy Hendrix.

Allen creó un universo místico, poético y musical absolutamente original, divertido, lleno de vitalidad, alegorías y de sentido del humor. Gong publicó su Radio Gnome Trilogy, tres discos compuestos alrededor de una mitología con referencias al budismo, el consumo de drogas psicodélicas y muchos personajes entrañables y surrealistas. Este disco, You, publicado en 1974, es el que cierra la trilogía.

La historia de Zero the Hero, con los Pot Head Pixies, los Octave Doctors y la Flying Teapot se narran en forma de cuento psicodélico que toma prestados colores de jazz, ambient, rock espacial, pasajes progresivos e interpretaciones vocales teatrales e histriónicas.

El particular y único universo que ha creado Gong, expresado en esta trilogía, representa uno de los puntos álgidos de la Escena Canterbury, un movimiento musical europeo de los años 70 lleno de joyas muy poco conocidas que invito a todo el mundo a explorar.


Pearls Before Swine – One Nation Underground

Tom Rapp empezó a tocar la guitarra y a componer canciones a los seis años, después de haber sido instruido por un vecino suyo de Minnesota. Con dieciocho años, se junta con unos amigos de instituto y forma el grupo Pearls Before Swine. Envían unas maquetas con canciones a ESP-Disk Records y consiguen un contrato discográfico para producir su primer disco, One Nation Underground.

La extraña voz de Rapp y sus estrambóticas composiciones se combinan con una banda que hace arreglos minimalistas a sus canciones, resultando en un folk psicodélico de lo más único. Las letras de Rapp son de una mística muy personal, con temas alegóricos, escribiendo sobre la indiferencia del universo hacia la vida humana, la naturaleza divina del mundo, la muerte o la contemplación en un mundo demasiado apurado.

La temática espiritual se encuentra propio nombre de la banda, Pearls Before Swine, que es un pasaje de la biblia, Mateo 7:6, que reza: “No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen”, significando que no se deben de ofrecer cosas valiosas a quien no las puede apreciar.

El disco llegó a vender en su día una nada despreciable cifra de 250000 copias, pero el dinero se lo quedó todo ESP-Disk y banda no vio un solo céntimo.


The West Coast Pop Art Experimental Band – Volume One

Bob Markley fue el hijo adoptivo de un magnate del petróleo de Oklahoma. Estudió la carrera de derecho y en 1960, con 25 años, decidió mudarse a Los Ángeles para empezar una carrera musical. Markley compró una mansión en Beverly Hills y organizó un concierto privado en ella en el que tocaron los Yardbirds, Al Kooper y una banda novel llamada The Laughing Wind.

Atraído por la atención del público que recibían los músicos, les propuso a The Laughing Wind financiar su carrera y conseguirles un contrato discográfico a cambio de que le dejasen formar parte del grupo, en el que muy penosamente tocaría la pandereta y haría coros. Markley no sabía escribir canciones y apenas cantar o llevar el ritmo.

Con mucha influencia en la banda dadas sus aportaciones económicas, Markley, decidió cambiarle el nombre a The West Coast Pop Art Experimental Band con la intención de convertirse en los Velvet Underground de la costa oeste.

Eventualmente haría que los otros músicos fueran abandonando el proyecto por el autoritarismo y la incompetencia del millonario. Sin embargo, la inyección de recursos que de su fortuna hizo que la banda pudiese contar con el servicio de personal muy cualificado y mucho tiempo para trabajar en estudio.

Esto haría posible que se pudieran arriesgar al máximo al experimentar con efectos sonoros vanguardistas y pudiesen grabar canciones preciosas como I Won’t Hurt You, Transparent Day o Here’s Where You Belong, creando un primer disco muy interesante, arraigado en el pop, pero muy cargado con atmósferas psicodélicas.

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