Las 7 «maravillas» de la arquitectura

Las 7 «maravillas» de la arquitectura

Por Pablo Galdo

Los arquitectos habitamos este mundo rodeados de personas que no nos entienden: vemos las calles como museos de edificios, flipamos con las basuras, alcantarillas y salidas de emergencia. Podemos llegar a echar horas pensando dónde ponemos un cuadro perfectamente alineado con la ventana.

Como seres humanos, también nos equivocamos y tenemos una gran responsabilidad, ya que trabajamos con la seguridad de las personas y con grandes cantidades de dinero. Sin embargo, hay una serie de ejemplos de errores recurrentes que tienen su origen en una mala planificación que son bastante previsibles.

Espero hacer más artículos con buenas referencias en el futuro y que empecemos a hablar de este tema en nuestro día a día, pues la arquitectura nos rodea por todas partes. Hasta entonces, ahí va una recopilación de obras que, por obsesiones de los clientes o de los autores, han originado problemas que dan lugar a nuestra mala fama.

1. Hotel Ryugyong (Pyongyang, Corea Del Norte)

Hotel Ryugyong entre 1992 y 2008

Este hotel comienza su construcción en 1987, con la idea de crear el edificio más alto del mundo, representando el potencial y orgullo del régimen norcoreano, frente a su competidor capitalista finalizado ese mismo año en Singapur.

El edificio consiste en tres bloques convergentes de 100 metros de largo y 18 de ancho. En la cumbre posee un cono de 40 metros de anchura, en el que se ubican cinco restaurantes giratorios y más de 3.000 habitaciones en las 105 plantas inferiores. Es uno de los 50 edificios más altos del mundo con 330 m en su coronación. Todo está ejecutado con hormigón visto al puro estilo brutalista, característico de estos regímenes. La prensa japonesa estimó el coste de la construcción en 750 millones de USD.

La finalización del proyecto estaba programada para dos años más tarde, pero problemas técnicos retrasaron su apertura y la falta de presupuesto llevó a que se pausaran las obras en 1991. La grúa de la parte superior permaneció como captadora de oxido mientras que potenciaba la imagen de edificio constructivista.

En 2008 se reanudan las obras por parte de una constructora egipcia que opta por revestir la fachada de paneles metálicos y vidrio, dándole una imagen más contemporánea, adaptada a los estándares occidentales. Esta obra finaliza en 2011 cumpliendo los plazos. No obstante, las fotografías muestran que poco trabajo se desarrolló en el interior del edificio. Esta intervención supuso un coste de 180 millones de dólares y la construcción se paraliza de nuevo debido a tensiones políticas.

Exterior e interior del hotel en 2011

En 2018 el edificio vuelve a lucir literalmente cuando se instalan más de 100.000 LEDs en su fachada con la bandera nacional en la parte superior. En este vídeo se puede apreciar el funcionamiento del edificio en la actualidad:

En definitiva, hablamos de una construcción que nace como medio para representar los valores y potencial del régimen. Tras 30 años de trabajo se convierte en un mero estandarte propagandístico de 300 metros de altura con el interior inacabado y, por tanto, sin uso. Este es un buen ejemplo de obra faraónica con las que se obsesionan esta clase dirigentes endiosados.

Existen muchas referencias de este tipo de obras, como la pirámide de Tirana en Albania y no necesariamente están relacionadas con dictaduras comunistas. Las dictablandas capitalistas también nos dan innumerables ejemplos de megalomanía como a Cidade da Cultura de Galicia en Santiago o la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia. ¿No nos recuerda esta obsesión por las luces a algún dirigente nacional?

2. Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo (España)

Vista aérea del palacio de exposiciones y congresos de Oviedo

Podría hacer un artículo de cagadas de la arquitectura únicamente sobre Calatrava. Hasta existía una web llamada “Calatrava te la clava”, hasta que el autor la denunció, que cuestionaba los trabajos de este arquitecto obsesionado con su marca. Podría hablar del puente de Venecia, al que hubo que ponerle una alfombra antideslizante para no resbalar en el suelo de vidrio, además de que a las personas con falda se les veía la ropa interior desde los barcos. El arquitecto llegó a denunciar a la administración por destrozar su diseño y finalmente tuvo que pagar una multa por negligencia.

Por lo que he vivido yo, esta construcción es su mayor infamia, ya que es imposible no verlo si se visita Oviedo. Este edificio conocido como “El Centollo” es un centro comercial de 40.000 m2, bloque de oficinas y auditorio para la ciudad. Lo más destacado fue el derrumbe de una losa de la estructura que hirió a tres obreros durante su ejecución, así como la cubierta que estaba prevista para ser móvil, pero no se podía garantizar la seguridad de los usuarios con este sistema, por lo que se conservó estática. La obra presupuestada por el arquitecto costaba 76 millones de euros, que se convirtieron en 360 milloncejos por la mala previsión del diseño.

No hace falta ser arquitecto para reconocer la mala integración en el entorno y la falta de proporcionalidad que tiene este edificio que se ve desde todas las maravillosas colinas que rodean Oviedo. Un buen ejemplo de arquitectura fascista que nos imponen las obsesiones de autores y administraciones pretenciosas y acomplejadas.

3. Centro Stata (Massachusetts, EEUU)

Fachada principal del Centro Stata

Este edificio fue diseñado por el prestigioso arquitecto Frank Ghery, autor del Guggenheim de Bilbao entre innumerables obras de gran repercusión y gran exponente del método deconstructivista al que recurrimos muchos profesionales contemporáneos. El creador desarrolla este estilo característico de volúmenes complejos con diversos planos quebrados y materiales “nobles”, por no decir innecesariamente caros, como el titanio, con los que los propietarios flipados se sienten muy identificados.

Se inaugura en 2004 este edificio de oficinas de 40.000 m2 con un presupuesto de 300 millones de dólares, de los cuales 15 fueron destinados al arquitecto que asegura que la forma atractiva del edificio recuerda a “una reunión de robots borrachos celebrando”. No existe mucha documentación sobre el interior de la construcción, pero responderá a lo mismo que el exterior: una serie de cuerpos de funciones variadas superpuestos generando unas formas muy complejas y, por tanto, “bonitas”.

La dificultad de los encuentros entre las piezas llevó a problemas técnicos que se traducen en goteras e infiltraciones de nieve que han llegado a obstruir las salidas de emergencia del edificio, suponiendo graves deficiencias de uso. Gehry ha asegurado en entrevistas que los problemas de construcción son inevitables en el diseño de edificios complejos: «Se trata de cuestiones complicadas» que «implican a muchas personas, y uno nunca sabe qué puede salir mal. Un edificio se construye junto con siete billones de piezas de tejido humano conectado. Las posibilidades de lograrlo sin errores o equivocaciones son escasas».

Tal vez un diseño más racional y simple basado en las posibilidades constructivas y económicas suponga un mejor resultado, que nos ahorre problemas técnicos, tiempo y gastos innecesarios de cara a la ejecución de una obra. Un poquito de simplicidad señor Gehry.

4. Puente Cau Cau (Valdivia, Chile)

Fotografía del Puente Cau Cau

Este puente era muy esperado por los habitantes locales y presumiría de ser el primer puente basculante del país, sin embargo, su construcción se demoró casi 30 años en un proceso muy turbio que incluye topógrafos impostores, demoliciones del puente, acusaciones falsas, procesos judiciales, etc.

La historia más curiosa es que la administración acusó a la constructora, casualmente española, de poner al revés los dos tramos del puente, de forma que al unirlos el carril bici discurría por lados opuestos. Este pequeño error supuestamente llevó a demoler el puente y construirlo de nuevo.

En la red hay mucha información contradictoria en cuanto a cifras, procesos constructivos y legales, aunque existe una resolución judicial en la que se indemniza a la constructora, ya que supuestamente había errores en el diseño proporcionado por el Ministerio de Obras Públicas Chileno, que incluso llegaron a hacer este fotomontaje para describir el problemilla:

Fotomontaje del fallo del puente

Este error que se hizo viral en el momento tuvo como consecuencia que el puente recibiera gran cantidad de visitas, paradojas maravillosas de este mundo global.

5. Edifico Cesta (Ohio, EEUU)

Exterior del edificio cesta

Este truño se construyó como sede de la empresa Longaberger, fabricantes de cestas de madera de arce hechas a mano. Optaron por este edificio de siete plantas que debía representar a la perfección su actividad comercial, y pienso que lo consiguieron de una forma excesivamente literal.

La elaboración de los productos se realiza en otro enclave, por lo que este edificio de oficinas no es demasiado interesante para ser visitado, tan sólo tiene un exterior original, pero no muy imaginativo, para sacarse unos selfis y petarlo en el Insta.

En el mundo de la arquitectura se emplea el término formalismo para describir este fenómeno en el que la imagen puede a la razón. Creo que es un error grave cuando las empresas utilizan edificios como identidades corporativas, pues no se contempla que las construcciones tienen una vida independiente de su uso en momentos concretos. Este edificio es un buen ejemplo de este fenómeno, pues actualmente la compañía está en quiebra y se vende por 500.000 euros. No sé bien qué clase de empresa o persona puede reutilizar este edificio para cualquier uso, pero dejo el link de idealista para posibles interesades.

6. Torre Fenchurch 20 o “Walkie-Talkie” (Londres)

Exterior del Walkie-Talkie

Este edificio se concibió como un rascacielos para oficinas de 200 m de altura, pero se cuestionó su impacto en la ciudad por estar situado cerca de la catedral de Saint Paul y se redujo a 160 m y 36 pisos, una presencia mucho más comedida. Su construcción se demoró 3 años, signo de que el diseño es cuestionable por su complejidad, ascendiendo el coste a más de 200 millones libras.

La forma que se dio a la fachada del edificio concentra la reflexión de la radiación solar y aumenta en 20º la temperatura del lugar al que apuntan. Este diseño ha perjudicado a varios locales situados en la zona. La radiación proyectada conocida como “Rayos de la muerte” ha tenido consecuencias variadas como posibilitar a los vecinos freír huevos en la calle. Incluso derritió un Jaguar que estacionó en el punto crítico. Ojo con dónde se aparca en The City.

Esta deficiencia se produce al no estudiar bien el diseño y las condiciones del lugar, lo que puede originar este tipo de problemas. Otros ejemplos de este fenómeno de “Rayos de la muerte” pueden ser la sede el Celta de Vigo, de Alfonso Penela, o el Walt Disney Concert Hall de Gehry, que originan deslumbramiento y sobrecalentamiento a los lugareños.

7. Casa Kauffman o Casa de la Cascada (Pensilvania, EEUU)

Exterior de la Casa de la Cascada

Esta obra icónica de la arquitectura moderna es una de las obras más conocidas de Frank Lloyd Wright, reconocido como el primer maestro de la arquitectura moderna. Este autor tiene muchos edificios representativos del movimiento moderno con todo tipo de programas y, en el ámbito residencial destacaba el uso de planos horizontales que integran a la perfección las construcciones en el entorno. Esta obra es un ejemplo maravilloso de un nuevo volumen encajado en el paisaje, potenciándose recíprocamente.

Esta pieza es de sobresaliente en el exterior e interior y es digna de su estudio. No obstante, debido a su ubicación en un ambiente muy húmedo empezaron a aparecer hongos y humedades e incluso deformaciones en la estructura de los balcones. Además, se dice que era imposible dormir allí debido al ruido producido por el movimiento del agua.

Hoy en día se ha reconvertido en museo para la contemplación de esta arquitectura admirable, un uso mucho más adecuado que una vivienda de confort cuestionable. Yo, personalmente, también cuestiono la idoneidad de construir edificios privados en enclaves de este tipo, pues creo que el disfrute de espacios naturales debe ser público. La arquitectura puede destruir estos enclaves o potenciarlos como es este caso, por lo que la reconversión en museo me parece muy acertada.

Todos cometemos errores e, independientemente de la repercusión que tengan, debemos asumir nuestra responsabilidad. La arquitectura y la ingeniería mueven grandes cantidades de dinero y son proyectos de una gran trascendencia que pueden influir mucho en la vida de las personas. Por tanto, considero que hay que analizar las obras de una forma crítica y en profundidad. Hay proyectos que nacen fracasados, mal planteados, mal ejecutados o que se acaban deteriorando por una mala gestión, el abandono o el descuido. Espero que hayáis disfrutado con esta lectura y os animo a acercaros a la arquitectura, una disciplina maravillosa sobre la que hay mucho para hablar.

Una respuesta

  1. Aldara dice:

    Me ha encantado el articulo. Una de las afirmaciones me plantea dudas, es la siguiente: «Tal vez un diseño más racional y simple basado en las posibilidades constructivas y económicas suponga un mejor resultado, que nos ahorre problemas técnicos, tiempo y gastos innecesarios de cara a la ejecución de una obra.» ¿Acaso esto no es dar por muerta la arquitectura, relegarla a una repetición de las variables comprobadas que funcionan ya? Más aun en la era de la normativa y la burocracia donde no hay una ventana que no tenga nombre propio de casa comercial. No voy a decir que esta obra sea un buen ejercicio de la arquitectura, pero si como arquitecta creo que está bien apoyar que se investigue y se arriesgue en nuestra profesión, porque de ahi aprendemos todos. Me parece que este es uno de los grandes temas de la arquitectura , como conviven el carácter utilitario de la arquitectura con la búsqueda de la belleza, y digo búsqueda porque encontrarla ya es otro asunto! Cuando mas artículos? Un saludo!

Los comentarios están cerrados.